Lecturas
del 2013
Es tiempo de repasar lo leído durante
este 2013, como un ejercicio, una manera de saber qué tan bueno fue el año que
termina en materia de lectura.
Empiezo por la cantidad de libros
leídos en el año, al día de hoy: 61. Es una cifra un poco baja, no mucho, con
respecto a años anteriores; sin embargo, estoy seguro que los libros que
pasaron por mis manos, tuvieron un porcentaje de mayor calidad este año comparado
al año anterior.
Por primera vez me di a la tarea de
leer varios libros (novelas cortas para no destruirme la vista) en formato
digital, buenas obras como Cementerio de
tordos de Sergio Pitol, Cerrazón
sobre Nicomaco de Efrén Hernández, Dama
de corazones de Xavier Villaurrutia o Novela
como nube de Gilberto Owen, entre otras (obras que se pueden leer de forma
gratuita en el siguiente enlace: http://www.lanovelacorta.com/index.php?option=com_content&view=article&id=88&Itemid=131).Mi experiencia con esta nueva manera
de leer me deja con un mal sabor de boca. Es la sensación de no estar leyendo
un libro, y es porque en realidad lo que se lee no es un libro, al pasar a
formato digital deja de ser el objeto-libro para ser un texto en una pantalla.
Y no es un desprecio ni mucho menos al formato digital, no es para nada un
menosprecio expresado desde una visión romántica, sino por el hecho de no
sentir la obra, no poder tocarla; con el formato digital se pierde la obra, es
como si nunca hubiese estado ahí aun al finalizar su lectura. Siento realmente
que las obras mencionadas las hubiese disfrutado más en su forma objeto-libro.
También, debo confesar que hay libros
que arrastro desde el 2012 como Porque
parece mentira, la verdad nunca se sabe de Daniel Sada, lo leo cada cierto
tiempo, porque es difícil leerlo de corrido; es decir, es una gran obra pero
pareciese como si el mismo libro te exigiera una lectura lentificada, como
negándose a la inevitable realidad de terminar (cosa contraria que sucede con
la obra Albedrío del mismo autor,
ésta se va como agua). O el Ulises de
Joyce, aunque con éste tengo un problema directamente con el autor: me aburre
profundamente. Antes de tener en mi biblioteca su más grande obra, Ulises, intenté con Retrato del artista adolecente y de igual manera no lo terminé, aunque
sé y soy consciente de que la obra de este autor es de gran valía para la
literatura universal.
(¡Ah!, debo confesar que siempre caigo,
en algún punto del año, en la fatalidad de comprar el libro del que todo el
“mundo” habla, el de moda, el que será bestseller,
no por calidad sino por el aparato propagandístico que lo rodea, consecuencia
dada por la obtención de un premio. No hay explicación para gastar casi 300
pesos mexicanos en el desdichado libro, sino el de mi masoquismo y porque
claro, soy de los curiosos, el más. Así, compré
La invención del amor…).
Pero basta de cháchara y pasemos a las
lecturas que más disfruté en el año.
Primero, los cinco tomos de Cartas de Julio Cortázar que van desde
1937 a 1984 -quien haya leído una carta de Julio Cortázar sabrá que cada una de
ella es una obra en sí misma, por ello vale la pena leerlas, por lo menos, los
primeros tres tomos, me parece que los dos restantes son para un lector
completamente entregado a la obra del autor. Otro libro que es imprescindible
para un seguidor de Cortázar es Clases de
literatura, clases impartidas en la universidad de Berkeley, California, en
el año de 1980 (obras editadas por Alfaguara).
Otra obra inmensa que disfruté como
pocas -de esas obras que tienen tal magnitud que invitan al escritor a dejar de
escribir, para mejor dedicarse a otra cosa porque piensas que ya lo mejor se ha
escrito, y seguir escribiendo no sería más que rebuznar (como diría el poeta
Mario Islasáinz)-, fue la obra de Elena Garro: Los recuerdos del porvenir, obra que cumplió este año 2013 su 50
aniversario.
Otros libros que disfruté este año
fueron sin duda La torre y el jardín
de Alberto Chimal, El karma de vivir al
norte de Carlos Velázquez, Cambios
de Mo Yan, Se busca una mujer de
Charles Bukowski, Dinero para la cultura
de Gabriel Zaid, Acapulco Golden de
Jeremías Marquines. Inquisiciones de
Jorge Luis Borges, El paraíso imperfecto de
Augusto Monterroso, El cómplice, el
perseguidor, arte y poética en Julio Cortázar de Omar Espinosa Cisneros.
Libros sobre arte completaron este gran año en materia de lectura. Claro,
también hubo libros con los que me sentí estafado, por fortuna fueron un par,
pero no vale la pena ni mencionarlos.
Por cierto, las editoriales que
encontré con un mayor cuidado en sus ediciones fueron las de Anagrama,
Tusquets, Océano, Joaquín Mortiz y Sexto Piso.
En fin, son solo unos cuantos libros
que me parecen no pueden faltar en la biblioteca del que me digan. Son grandes
obras que hicieron que valiera la pena el año como lector.
Juan Mireles - Escritor (Estado de México,
1984) y director editor de la revista literaria independiente Monolito
(México). Ha sido publicado en la revista española Palabras Diversas
(España), Letralia (Venezuela). Cronopio (Colombia), Cuadrivio
(México), Punto en línea (UNAM.
México), Radiador Magazine (México). Revista
Biografía (Brasil), Cinosargo (Chile), La ira de Morfeo
(Chile-Argentina); Agrupación Puerta Abierta Chile-México. Letras de
parnaso (España), Nagari (EUA), Los sábados, las prostitutas
madrugan mucho para estar dispuestas (España). Almiar (España). Suicidas
sub 21 (Perú); suplemento cultural La Jirafa del Diario Regional de
Zapotlán, Jalisco. La pluma afilada (España). Prologó el libro Job
aterdio del escritor español Javier Sachez. Editorial Seleer. España. 2012.
Participó con el ensayo “La violencia como producto de la sociedad” en el
Segundo Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez, simultáneo Colima. Formó
parte del jurado del I Premio palabra sobre palabra de poesía. Blog personal: http://wwwjuanmireles.blogspot.mx
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