Se aproxima la 35 edición de la Feria
Internacional del Libro de Palacio de Minera que se lleva acabo anualmente en
la Ciudad de México (19 de febrero al 3 de marzo). A propósito de este evento
ha salido una encuesta, que presenta el Universalonline (http://www.eluniversal.com.mx/cultura/2014/impreso/los-asistentes-a-la-feria-de-mineria-leen-4-libros-al-anio-73533.html), en la cual se arroja que los
asistentes encuestados (50% de los asistentes) a dicha feria solo leen 4 libros
al año y “17% y 25% dijeron leer tres libros; y
de 16% a 24% sólo leen dos libros (…)”. El resultado es abrumador y refleja la
crisis que existe en materia de lectura, al menos, en la Ciudad de México
aunque bien podría decirse que el resultado sería el mismo o aún menor en otros
estados del país.
Dicha nota indica que
estarán presentes en la feria aproximadamente 600 editoriales, y habrá 440
actividades culturales; es decir, la feria del libro es, antes que todo, un
centro comercial, un parque de diversiones; un espacio más de entretenimiento.
La gente no va a la feria a buscar libros, va a distraerse; la mayoría no tiene
idea de qué buscar porque no va a buscar libros, va a “bobear” como decimos por
acá. Entran a una conferencia, presentación de tal o cual libro o lo que sea
que se esté presentando como quien se queda a ver un show de un mimo en el área
de comida de una plaza: no interesa qué se presenta ni de qué se hable, importa
el pasar el rato, en todo caso importa más la figura que habla en caso de ser
un autor conocido, porque claro, ahí no se va para escuchar lo que el autor
tenga que decir sino el hecho de verlo, tal vez conseguir un autógrafo o una
foto o simplemente para tenerlo en el anecdotario para soltar, a la menor
oportunidad, que se conoció a tal persona.
La asistencia a la
feria aumenta cada año y eso es bueno, habrá un mínimo porcentaje de gente que
en verdad, en su primer contacto con los libros, le cambie la forma de ver el
mundo y se haga un lector, no de 4 libros al año, sino de muchos más.
Las ventas en ese tipo
de ferias han aumentado, es natural: los asistentes compran libros -no porque
quieran un libro sino por el chip de consumismo que se ha implantado en las
sociedades, no nada más la mexicana, igualmente, si fuera una feria dedicada a
las distintas especies de hormigas, las comprarían: el consumismo se trata de
eso, de comprar lo que te pongan enfrente- pero ¿leerán ese o esos libros que
compraron? ¿Los abandonarán a la primera de cambio porque les aburrió? Los
libros no se compran por una suerte de azar, o porque la tapa estaba muy
espectacular; se eligen por diversas razones que cada individuo ha identificado
gracias a lecturas previas, bagaje que inicia desde edades tempranas, entonces,
¿habría que culpar a aquella persona que compró un libro, pero que en éste no
encontró estímulo para seguir con su lectura simplemente porque no era un libro
necesario e indicado para él? ¿Cómo decirle a alguien qué libros son los que
ayudarán a convertirlo en lector si no tenemos idea de cuáles son sus gustos y
necesidades? ¿Un no-lector sabrá qué comprar en un universo de 600 editoriales?
No hay que engañarse:
por más eventos culturales que se realicen, por más editoriales que existan, si
no hay un fomento a la lectura desde la infancia, estímulo desde el seno
familiar –por ejemplo, un hogar con libros, donde el niño verá a los padres
leyendo, leerá, primero por curiosidad de saber qué es eso que tienen sus
padres entre las manos, y después la magia- y desde la educación básica, no se
generarán lectores, y las ferias de libros seguirán siendo, para la mayoría, un
espacio nuevo para pasar un día cualquiera, incluso, para los lectores de 4
libros al año.
Juan Mireles - Escritor (Estado de México,
1984) y director editor de la revista literaria independiente Monolito
(México). Ha sido publicado en la revista española Palabras Diversas
(España), Letralia (Venezuela). Cronopio (Colombia), Cuadrivio
(México), Punto en línea (UNAM.
México), Radiador Magazine (México). Revista
Biografía (Brasil), Cinosargo (Chile), La ira de Morfeo
(Chile-Argentina); Agrupación Puerta Abierta Chile-México. Letras de
parnaso (España), Nagari (EUA), Los sábados, las prostitutas
madrugan mucho para estar dispuestas (España). Almiar (España). Suicidas
sub 21 (Perú); suplemento cultural La Jirafa del Diario Regional de
Zapotlán, Jalisco. La pluma afilada (España). Prologó el libro Job
aterdio del escritor español Javier Sachez. Editorial Seleer. España. 2012.
Participó con el ensayo “La violencia como producto de la sociedad” en el
Segundo Encuentro de Escritores por Ciudad Juárez, simultáneo Colima. Formó
parte del jurado del I Premio palabra sobre palabra de poesía. Blog personal: http://wwwjuanmireles.blogspot.mx/
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