Julio Flores - [Poeta Argentino]
I
Como decir que esta noche
Hé soltado las alas transparentes de los sueños
Y me rondan como mariposas blancas indelebles
Como petalos ardientes de pasados anhelos
Antiguos perfumes que se enredaron en mis dedos
Como he de decir que aún distante
Brilla aquella estrella que señalo mi derrotero
Mientras el mar en su vaiven constante
me repetia ecos de gastadas palabras
en un idioma muy antiguo y muerto.
El viento galopaba retumbante destrozando
los agusados cristales del silencio
Y las nubes en un cielo morado se deshacian
como capullos de deshilachados flecos
Un silencio de perros estremecio el paisaje
Sola mi sombra acurrucada se vistió de duelo
Mientras la noche se extendia lentamente sobre el mundo
como un sutíl sudario negro
Desde el fondo de un baúl fatalmente cerrado
Vestido con encajes de una flor marchita
descolorida dentro de un añejo libro de cuentos
Me hace guiños esta larga noche
un recuerdo amado pequeñito y tierno
Como he de decir que esta noche
Golpea implacablemente mi corazón
la ausencia de aromas de otro tiempo
Y mis manos buscan en las sombras las riberas claras
Donde me esperan los gnomos hilando añejos sueños...
II
Hoy hé salido a contemplarme largamente
buscando reencontrarme en los vericuetos del silencio
Mirandome profundamente hacia adentro
Tratando de encontrar la llave
Que habrira la estrecha puerta del último misterio.
Sé que debo volver desandando lo vivido
Como una barca que busca arribar a puerto
Con desgarrada arboladura desecha en mil combates
en su lucha tenaz, profundamente mar adentro
Aqui esta mi esqueleto pulido por el aire
Desintegrandose bajo el Sol de un extraño hemisferio
Donde las sombras se alargan y las gaviotas danzan
Entre chillidos voluptuosos sus extraños ritos del invierno
Sé que la ausencia no es solo ausencia
Sino caminos asperos que los borra el viento
Y es muy dificil retomar la senda
Que se dejó hace mucho tiempo
Digo, cuando se desteñia en sombras la esperanza
una tarde de campanas mecidas por los dedos del viento
mientras un tren partia agujereando
el infinito gris pañuelo de la tarde y mis zapatos
no necesitaron caminar mucho
para llegar desoladoramente lejos...
.Ahora me miro desde afuera y me pregunto....
¿Donde se quedó mi sombra soñadora
Aquella que agitaba banderas por las calles
Como alas de gorriones primaveralmente ebrios
Y se tuteaba con estrellas vespertinas
En la grieta efimera y floral de un adolescente anhelo..?
Soy aún aquel que esperanzado
Caminaba en la noche tras el empeño
De encontrar al hombre total, medida de si mismo
Recién nacido, cubierto de rocio floral en la alborada
En la punta de una lanza aguda
O en el vertice de un imposible sueño
Refundandonos desde el borde del abismo estelar
Para salvarnos del naufragio cierto
No lo sé.
Miro este rostro que cansado
Me contempla del fondo opaco del espejo
Cavilando sobre la obsecada quimera
De hacer posible aún
un mundo diferente donde quepamos todos
Compartiendo el aire, el agua, la sal, la levadura
Y el rumor de los trigales mecidos por la paz del viento.
Sigo buscandome en la elemental materia cósmica
Celosa guardadora de indevelados misterios
Y en los oscuros presagios que las aves
Escriben en lo alto como antaño
En intrincado vespertino vuelo.
Talvez me encuentre cuando mi sombra vuelva
Al origen del dia y sea otra vez, un rio largo
Bajo el ancho cielo
Raiz pulsante del enigmatico ancestro
Figura espiralada
En el discurrir del atemporal
innombrable momento.
Esfera de luz navegando inciertamente
A la deriva
las aguas subcelestes de lo eterno.
III
Vá mi sombra prendida a mis pies
Mientras la tarde se desnuda pudicamente
De sus rosados velos
Ella me acompaña
Desde hace tantos años silenciosa
Como un oscuro manto reptando por el suelo
que a veces se mé olvido que esta ahí
marchando al compás de mis pasos
aferrada tenazmente a las suelas de mis zapatos
como un pañuelo negro de un adiós amargo
borroso de distancia en el recuerdo
Y sin embargo me sigue mansamente
Entre las hojas de un Otoño que esta quemando
Sus postreros fuegos en la delgadez del aire
Anunciador del invierno que se precipita
Desde la mediania de un Octubre luminoso y claro
Hacia las brumas de Noviembre con su manto niveo
Y su soledad de lobo hambriento
Mi sombra como un perro fiel cuidando de su amo
Se desliza imperceptiblea mis espaldas
Mientras el Sol pone tonos dorados
En mi frente y en mi cano pelo
Mientras los pájaros agujerean el aire
En raudo vuelo
Ella quizás sienta un poco de envidia de las aves
Que van hacia la primavera de otros cielos
Entre chillidos de alegria y trinos nuevos
Galopando en la grupa de presurosas nubes
Impulsadas por el viento
Yo me quedare aqui
con mi sombra solitaria
Mirandolas partir en raudo vuelo
Esperando que el mundo se vuelva
Indeteniblemente frio y desolado
Como un sudario extendido sobre el campo
En un paisaje definitivamente helado y yerto
Las noches seran extremadamente largas
Sin estrellas en el cielo y la tristeza
Golpeará con un puño de hierro
En la concavidad de mi pecho
su soledad absurda de brumoso campanario
tañendo agoreramente a duelo
Yo me ire empujado por la brisa
- La calle siempre es un oceano ignorado -
no importa donde ni importa cuando
en mi morral
para la marcha
tengo lo absolutamente necesario
no necesito mas ni nada mas quiero.
¡Vamos sombra
Sigamos adelante
Antes que la Reina de las nieves no envuelva
En su albo manto
Y nos transporte a ti y a mi finalmente
A su reino fatalmente helado y yerto.
IV
Un dia llegaron y sin pedir permiso
Con sus rostros bestiales y hoscos
Se apoderaron arteramente de la docellez
del aire limpido
Y de la luz clara de la mañana que queria nacer
Entre la espuma de las olas marinas
Cubierta por los rayos de un Sol nuevo
Portadora de un mundo solidario de justicia
Ellos...
Cerraron violentamente las ventanas
Dejandonos sumidos en la oscuridad
Encarcelaron el canto
Encadenaron las risas
Mataron la esperanza joven
Secuestraron las ideas que brotaban de la vida
Como un manantial de agua fresca
Para limpiarnos de un pasado de ignominia
Ellos...
Encerraron las manos solidarias
Y las palomas de la rebeldia
Con gruezos candados oxidados de silencio
En pozos innombrables
Miserables agujeros donde reinaban
Como tristes y grises ratas de vertedero
Sicarios del mal
Rodeados de cohortes de alimañas
Carroñeras y pestilencias
De infames sacristias y banderas enlodadas
Al servicio del imperio ....
Ellos...
Amparados bajo el silencio de las catedrales
Mataron los corderos
pascuales
En una orgia de complicidad demente
ignominiosamente
Les chorreaba la sangre
De la manos
Morados espectros de altos bonetes
decian Amén
Haciendo la señal de la cruz
Sin que les temblara el pulso
bendecian
a los fatidicos aviones que despegaban
en medio de las sombras
Rumbo al oceano con su carga palpitante
De carne torturada y malherida
Sangre de nuestra propia sangre
Que por un sueño de patria libre
Dió generosamente
Hasta su propia vida
Muchos callaron
El temor amordazaba las gargantas
Y ponia amarillas la pupilas
Entumecia los brazos
Congelaba la furia
Los sueños andaban trashumantes
por ciudades moralmente en ruinas
Haciendo emerger los justificativos
Cobardes en labios
De un país un país que quiso Ser
Y ahora estaba decadente en agonia
Entre detonaciones y duelo
Galopaban desatadas las furias de la oligarquia
Mientras continuaban cayendo brutalmente degolladas
Las últimas florecidas flores
Entre cadenas de calvario
Marchas milítares
Carceles secretas
Humo de incienso
Vuelos de la muerte
Y loores a la inmaculada Maria
Custodiada por soldados de infanteria
Con bayoneta calada y el rostro pintado
Un silencio complice entre contenidos llantos
Se expandió en el aire
...Y la casa de pronto
se quedó callada esperando
la resurrección lejana de un nuevo dia
En aquel fatidicoMarzo del 76
en Argentina.
V
El viento.., nunca nadie supo cuando
Ni desde donde comenzó a soplar
Primero, suavemente entre las hojas de la floresta
Fue desgajandolas como si fueran alas de angeles
Marchitas que intentanban su poster vuelo
Antes de caer a la tierra y convertirse en humus
Materia primordial en las retortas mágicas
de la primavera y en el aroma a nardos recién amanecidos
Después, el aire se lleno de lamentos quedos
Como suspiros de hombres muertos
Al paso del viento por las ramas vacías
Mientras el cielo se oscurecia entre nubes de tormenta
Y un aroma de cirios funebres se exparcía reptante
Oscuro y fatídico ensombreciendo
La pristina claridad del día
El peso del cosmos aplastaba las sombras
Era yá la hora del angelus cargada de misterio
Cuando el corazón golpea las cerradas puertas
Que no se abren a los tristes solitarios
De bolsillos vacíos, miradas perdidas
Y descuajados anhelos.
Las rachas de viento crecia a borbotones
Desbordando el inescrutable impávido Universo
Y las circunvoluciones indiferentes de los astros
En su danza elicoidal sin tiempo
Se despeinaban los cabellos del silencio
Con los ojos cuajados de lágrimas
como un cántaro vacio
que se quebro inremediablemente
en un mar de pestilente cieno
Los relojes detuvieron azorados sus pasos
Para que pasara el viento entre aullidos
De lobo gris desoladoramente solo
Como sombrero abandonado
Sobre un banco de plaza
Una tarde de Octubre sin azahares ni cerezos
los perros azules andaban olfateando en las calles
con ocicos sangrientos...
Y los pájaros desandaban sus alados trazos
En un cielo de tinta y cartón prensado
Penúltima trinchera donde tenazmente resiste
El sueño del que sueña con imposibles reinos
Donde el León y el Cordero convivan como hermanos
Después de consumado el misterio
El viento barrió con todos los aromas
De maiz tierno y pan recien horneado
Olór a sudor en mamelucos raídos
A camas de hospital y jardines enrejados
Solo quedo el silencio malherido
De un cordaje azul y destrozado
Entre jarcias moradas de horizontes
Donde el viento, finalmente
Se enrolló como una cansada fiera
En su cubíl secreto
El viento pasó..,y pasó el tiempo
Y casi nadie recuerda hoy al sombrio viento alado
Que pisoteó las flores
Seco las aguas de las fuentes
Despojó a los arboles del gorjeo de pájaros
Dejando destrozados sus nidos en el suelo
Algunos creén que fué una pesadilla
Otros una exageración – no existen vientos asi, de esa naturaleza –
Afirman muy orondos con profundos aires de sabios
Mientras otros aprietan fuertemente los labios
Y miran con pavor hacia los cielos
Con temor de que vuelva a soplar el viento
Con voz ronca de tigre hambriento
Y enormes ojos fatídicos
En la densa noche relumbrando como luces fatuas
Desde un horizonte de terror y duelo.
Julio Flores
Todos os Direitos Autorais Reservados ao Autor.
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