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ODALYS LEYVA entre la letra y la vida [Ernesto R. del Valle]

ODALYS LEYVA entre la letra y la vida
Entrevista: Ernesto R. del Valle

El gusto común por el octosílabo me decidió incluir a esta poetisa a esta caravana de entrevistas porque quería constatar la profesionalidad de la mujer decimista y sus preocupaciones por la Literatura en general. No ha sido en vano.
Nació en Jobabo, Las Tunas, Cuba, el 13 de septiembre de 1969. Desde niña reside en Guáimaro, Camagüey. Presidenta del Grupo Nacional “Decima al Filo”, el cual fundó en el 2002, agrupación de poetisas decimistas que ya ha realizado cuatro encuentros nacionales. Poetisa que cultiva todas las formas estróficas y la poesía en versos libres, narradora, investigadora y antóloga, ha obtenido importantes galardones en concursos y eventos literarios provinciales, nacionales e internacionales, entre ellos el Premio Décima Joven de Cuba 2003, el Premio Ala Décima 2004, segundo premio en el Iberoamericano Cucalambé del 2005, 2006 y 2007 y Premio Iberoamericano Cucalambé 2008. Es actualmente miembro del Grupo Ala Décima.

ERNESTO R. DEL VALLE.- ¿Alguna obra publicada?  Háblame de la que más te ha gustado.
He publicado en Cuba los libros: Meditación del cuerpo (editorial Ácana, Camagüey, 2005), Ciudad para Giselle (editorial Sanlope, Las Tunas, 2005),Convicta de la gloria (Ediciones Holguín, 2007), Diálogo sagrado de las vírgenes(editorial Ácana, 2008) y Los Césares perdidos (editorial Sanlope, Las Tunas, 2009) y El Frente de Afirmación Hispanista de México ha publicado sus libros: Antología O T y C en las décimas de Odalys Leyva (2005), Antología de la poesía O T y C de Odalys Leyva (2005), Crónicas de las pirámides del fuego (2006), Presagio que intimida las raíces (2006). Pacanda (2008), Antología de la poesía erótica de Odalys Leyva, (2009), Controversia y aplomo, (2010) en coautoría con la escritora española Isabel  Diez. Cuatro voces y un concierto, Ediciones Proyectarte México, (2010), Los Guevos de Machu Picho, teatro malárico y otras representaciones, FAH (2010). Antología Cuatro poetas de Oriente, FAH de México (2012),Antología del Soneto Oral-Traumático de Odalys Leyva FAH, (2012). Hice la selección de textos y el prólogo de: Antología tanática de la décima en Cuba (tomos I y II, 2007), y la Antología femenina cubana de décimas y malaras, (2008). Estoy incluida en la Antología Sonetos a la Buena Muerte (2011) (de siete poetas internacionales) con cincuenta poemas y en varias antologías de Cuba y del mundo.
El libro que está dentro de mi predilección es Los césares perdidos, este libro se mueve por diferentes aristas o vertientes poéticas el tema principal es la historia  del nexo de la cultura romana con la cultura egipcia, pero una historia que se le hace digerible al lector. Se regodea en la música, la pintura, la danza, en los problemas existenciales del hombre, sus dolores y frustraciones, pero a la vez interioriza en el eros, en el manantial de placeres que puede ofrecer la carne, donde los personajes son estos césares que han despertado y pueden vivir plenamente en cualquier sitio del mundo porque el universo es una gran Roma donde la muerte, el sexo, la pasión desenfrenada, el abuso y el maltrato se convierten en escenario propicio.

ERDELV.- ¿Piensas que la Literatura Femenina  Cubana (la de dentro o fuera de la Isla) es toda una o se diferencia en su esencia interior, en su fuerza o la vivencia de su autor?
R.- Pienso que el ser humano actúa según vive y el modo de vida lo lleva a pensar del mismo modo y no puede ser la misma esencia, ni el mismo pensar el de una poeta que vive en un país desarrollado al de otra que se enfrenta a ciertas inclemencias  con el afán de sobrevivir y de persistir. Cada artista tiene un discurso, lo que puede coincidir es que el fuego de la insularidad termine adentrándose en nuestros sentidos, o que la isla ejerza su poder de seducción. Las de afuera sufren por no haber regresado a la isla, porque en sí también tienen sus convicciones y dolores, que aunque no sea el mismo termina siendo el desgarramiento y las de adentro chocan a diario con otros problemas que también pueden tocarlas en lo más hondo. Por todos los tiempos el sufrimiento ha engendrado grandes obras y ahí está la literatura femenina cubana. Lo que la naturaleza interior tiene matices iguales pero a la vez matices diferentes, por una cuestión de formación del ser.
Fernando Ortiz, en su obra “Los factores humanos de la cubanidad”  señala que la cubanidad encierra la calidad de lo cubano, su manera de ser, su carácter, su índole, su condición distintiva, su individualización dentro de lo universal. La  cubanidad  se puede observar reconociendo a Cuba como espacio terrestre o como pueblo, y por tanto, lo cubano es lo propio de esta región territorial y de su gente. Pero este punto de vista es insatisfactorio si de culturología se trata por ser una clasificación incompleta. Esa cualidad específica de cubano y si se quiere auténtica de ser cubano se ha concretado en tres sustantivos concretos: residencia, nacionalidad y nacimiento; con todas las implicaciones legales que encarnan.
 Lo cubano por tanto es “la peculiar calidad de una cultura”, de Cuba; porque lo cubano no tiene que ver con el cuerpo físico del territorio concreto, sino con el alma de ese territorio, como lo inmensamente espiritual que lo conforma, define y  sustancializa  como tal. El mismo Lezama dice que “…No hay nada más que el cuerpo de la imagen, y la imagen del cuerpo”. La imagen al fin crea nuestro cuerpo y el cuerpo segrega imagen... Y lo único que puede captarlo es la poesía. Para intentar explicar la cultura y la sensibilidad cubanas, en él explica que hay que integrar el mito que nos falta, pues este tiene un valor unificador, otorga una dirección y un sentido a nuestra cultura, estimula el cultivo de la sensibilidad y desarrolla el diálogo.
Pienso que la Literatura Femenina  Cubana (la de dentro o fuera de la Isla) desde donde se escriba es cubana, lo que cada cual tiene sus particularidades, pero la mezcla del ser cubano lo hace singular en cualquier sitio.  

ERDELV.- ¿Puede hablarse de desarrollo de la Literatura Femenina Contemporánea en Cuba? ¿Conoces de ejemplos?
Existe un movimiento efervescente de mujeres escritoras en Cuba que se mueven en diferentes aristas de pensamientos, algunas a las que le llaman nuevas o novísimas escritoras han optado por una literatura que parece depender sólo de sí mismas hacen un experimento artístico de cierto carácter circular. De ahí que en sus obras se advierta una aparente vocación evasiva, con la cual tratan de desentenderse de la realidad circundante o que, cuando es reflejada, se hace por caminos simbólicos para asumirla con criterios alejados del realismo tradicional.
 No es casual, por ello, que abunden los mundos míticos y cerrados, las búsquedas en los universos de la cultura, la recreación de textos previos más que la indagación en la realidad. Pero justo es anotar, también, que esta postura no es más que una clara reacción contra el reflejo realista predominante durante décadas en la literatura nacional y hacia el cual estas jóvenes autoras, no parecen sentir ninguna afinidad. Esta tendencia, sin embargo, no es la única entre estas jóvenes que se asumen a sí mismas como postmodernos estéticos, pues hay otras de ellas que sí se interesan por el tratamiento directo de la realidad, pero lo hacen con dosis críticas altamente explosivas, en la mayoría de los casos. En cualquiera de las dos tendencias, la relación problemática de estas jóvenes con una realidad que ha cambiado y en la cual no encuentran el sitio al que ellas pertenecían, marca sus afinidades estéticas, temáticas e ideológicas, que se caracterizan más por la ruptura con la obra de sus predecesores que en la continuidad epígonal.
Sin embargo se reconocen muchas escritoras: poetas y narradoras de reconocida calidad. Por ejemplo existe un fenómeno dentro de la décima escrita por mujeres que es una tendencia al agrupamiento, también al hermanamiento, el grupo Décima al Filo es muestra de ello. Pudiera mencionar muchas escritoras cubanas que escriben diversos géneros pero prefiero sintetizar:
Gleyvis Coro, Mariene Lufriu (Pinar del Río),  Aymara Aymerich, Karla Suárez, Ana Lidia Vega y Susana Haug, Mirtha Yáñez, Caridad Atencio, Lina de Feria  (Ciudad de La Habana), Iliana Álvarez (Ciego de Avila), María Liliana Celorrio, Ana Rosa Díaz, Xiomara Maura Rodríguez (Las Tunas), Katia Gutiérrez y Miladis Hernández Acosta (Guantánamo),Kenia Leyva, Lourdes González, Aida Bahr, Miriam Peña (Holguín), Legna Rodríguez, María Antonia Borroto, Miriam Estrada y Olga García Yero (Camagüey), Ena Lucía Portela, Ana Luz García, Odette Alonso (Santiago de Cuba), Caridad González, Mariana Pérez y Olimpia Pombal (Santa Clara), Yanetsy Pino y Liudmila Quincoses (Sancti Spiritus), aquí menciono narradoras, poetas e investigadoras, dentro de muchas otras de reconocida obra. 

ERDELV.- Piensas que tu desarrollo literario se debe al lugar en que resides o a tus raíces esencialmente  cubanas?
R.- Sí, pienso que mi desarrollo se debe a mi modo de vivir, de afrontar la vida y a mis raíces esencialmente cubanas,  pero nací con el alma de poeta y aunque residiera en otro lugar también escribiría porque es parte indisoluble de mi razón de ser. También hay escritoras cubanas que viven fuera del país y hacen buena literatura. Con el éxodo muchas escritoras nacidas en Cuba que, bien por motivos políticos o sólo por razones económicas, decidieron emigrar en busca de ambientes más propicios para el desarrollo de su carrera han logrado también colocar su obra en el mundo literario mundial. En esta búsqueda de nuevos espacios so pretexto de realizar su creación artística, nuestros virtuosos comienzan a emigrar y  a nutrir la hasta ahora silenciada diáspora que comienza a ser junto a la crisis el catalizador más importante del desarrollo de la cultura del período. El arte y la literatura escrito desde el exilio, posterior al 59, fue un tema tabú hasta la década del 90 en que se puso en marcha un proyecto que consistía en ir divulgando la obra de aquellos escritores cubanos que por haber comenzado a escribir desde el exilio no eran conocidos en nuestro país, esto funcionó como respuesta a una evidente necesidad de coherencia intelectual e identitaria que indujo a la revaloración de esos que cuando emigraron ya eran reconocidos por su talento y que hicieron del exilio en mayor o menor medida un componente de su trayectoria profesional: nombres como Reynaldo Arenas, Heberto Padilla, Guillermo Cabrera Infante, Severo Sarduy, fueron escuchados por las viejas y nuevas generaciones e incluidos, previa autorización en las antologías del cuento cubano contemporáneo. Por supuesto que hay algunos que no quieren dialogar : Reinaldo Arenas dejó dicho en su testamento que no publicaría en Cuba mientras estuviera  Fidel. O el caso de la antología de los mejores cuentos cubanos del siglo,  en el que se consultó a Cabrera Infante y él se negó a aparecer en la compilación.  La diáspora en la década del 60 se convirtió en el enemigo fundamental de la intelectualidad cubana y viceversa, se estableció un muro insoslayable entre los de adentro y los de fuera; el que se iba dejaba de existir, se convertía en fantasma, también nosotros vistos desde allá adquiríamos esa cualidad fantasmal; en tanto las contradicciones políticas limitaban el tratamiento de los conflictos inherentes al arte y trataban de reafirmar la identidad de unos negando la de otros como si ambas se establecieran sobre bases distintas.  Este fue el espacio ideal para la proliferación de obras artísticas y literarias. Ahora  ha empezado a imponerse el criterio de que la cultura cubana es una sola- cualquiera que sea el lugar de residencia de escritores y artistas- y en consecuencia han aparecido las mencionadas antologías donde aparecen las dos partes las que crean dentro y las que crean fuera. En este momento Ileana Álvarez deja lista para la próxima Feria Internacional del libro (2013) la antología de poetas cubanas Catedral Sumergida que incluye a poetas que viven en el exilio en igualdad a las que viven en la isla.

ERDELV.- ¿Las razones de estar o no estar en Cuba, a pesar de todo lo dicho, escrito y visto durante todos estos años, cohíben a un  autor a escribir libremente, de manera objetiva y racional?
R.-Bueno realmente en mi caso particular estoy en Cuba porque lo deseo, ya que todos los años viajo fuera del país y podía haber tomado otro camino, pero para mí esta isla es parte integrante de mi yo, aquí está mi familia, mis amigos, el barrio. Siempre escribo lo que pienso. En cuanto a la objetividad y la crudeza creo que no es arte, para eso están los discursos en las plazas, a mí me interesa la literatura la belleza del ser y también sus desencuentros pero abordados con símbolos, con el ángel poético mediante, que para nada significa miedo porque hasta hoy nadie me ha cuestionado lo que escribo y si lo hicieran tampoco dejaría de abordar el mundo como lo veo.    
En los 90, hubo una ruptura y, con ella, una notable ganancia de independencia del artista con respecto al Estado. Llegó a la literatura cubana una posibilidad de indagación en nuevos espacios temáticos y argumentales antes vedados -la marginalidad, el homosexualismo, la corrupción en las esferas oficiales, la prostitución, el desencanto, el exilio, etc.- con una perspectiva crítica e interrogativa. A estos nuevos espacios de reflexión y creación se debe, sin duda, la existencia de muchas obras que desde perspectivas antes inéditas analizan, enjuician o simplemente reflejan lados oscuros de la sociedad cubana, en un tardío aunque necesario balance con la memoria o en una indagación en la contemporaneidad. En tanto que ciudadanos inmersos en un proceso social difícil y multifacético, han ido reclamando y recuperando ese derecho a la crítica y a la reflexión, a ubicar su luz en zonas oscuras para darle su imagen peculiar a la creación: la imagen de una literatura que, aun refiriéndose a una realidad altamente politizada en cada uno de sus actos y acontecimientos, ha sabido recuperar sus verdaderas capacidades artísticas y misiones sociales, para valer, ante todo, como productos estéticos antes que como piezas de servicio político inmediato.
 Aunque se hace difícil leer lo que escriben los escritores en el exilio. Por supuesto, esta dispersión provoca una real sensación de vacío, que se manifiesta además en términos de edición y circulación. Este vacío sin embargo, es pasajero en cuanto a creación global, pues con independencia de sitios de residencia y filiaciones políticas, todos esos escritores mantienen -incluso a pesar de ellos mismos o de las instituciones oficiales cubanas- una relación de pertenencia con una literatura nacional que está por encima de voluntades políticas más o menos permanentes: la de estos autores sigue siendo literatura cubana y como tal debe ser asumida por los que valoran los procesos culturales. Entre los efectos a largo plazo de esta diáspora, mientras tanto, está la más peligrosa ruptura de una relación del escritor con su ambiente natural (geográfico, cultural, lingüístico), del que generalmente se nutre y al que suele dirigirse, lo cual puede obligarlo a un lamentable desarraigo.
Así, mediada la última década del siglo, la literatura cubana se presenta como un cuerpo escindido, difuso, sin la necesaria interactividad entre el autor y sus lectores naturales y con el factor político gravitando como una nube oscura y persistente sobre las proposiciones estéticas de muchos escritores de hoy.

ERDELV.- ¿Estás de acuerdo a cualquier indicio de Unidad entre los escritores cubanos de dentro o fuera de la Isla, en igualdad de condiciones,  en cuanto al derecho de escribir?
R.-Yo no tengo ningún problema en establecer nexos con poetas cubanos que se encuentren en cualquier parte del mundo, la amistad tiene para mí un significado especial. Cada cual tiene libertad de expresar sus ideas, ese es un derecho innegable. Estoy segura que cuando pasen los años lo que va a perdurar es el arte, lo demás es circunstancial. 

ERDELV.- Hemos estado al tanto de los diferentes intentos habidos por la parte cubana, de establecer relaciones e incluso, colaboraciones de los escritores cubanos en general que viven fuera de la Isla, en Cuba el colega Jorge Bousoño, en su Foro ALAS DE CUBA, al igual que las revistas editadas  en Miami  por cubanos que mantienen, este objetivo, publicando a escritores y poetas de la Isla, no sólo residentes en Estados Unidos sino en todo el mundo. Y no somos los únicos.
¿Estarías dispuesta a formar parte de un encuentro en el que asistan poetisas y escritoras de la Isla o fuera de ella, sea en Cuba o fuera de Cuba?
R.-Sí estaría dispuesta, creo que mientras prime el respeto mutuo, el arte tomará la palabra. 

ERDELV. - En Cuba hay nombres que nos llevan a la ensoñación como por ejemplo oír la palabra aguacero, marabú, etc., No por su significación sino por el nombre mismo. Siente uno como un regustazo enorme al decirlos.
 ¿Qué sientes tú, al mencionar estos nombres?
R.- Para mí es una felicidad pues nací en el campo intrincado ayudada por una partera. Al mencionar la palabra aguacero, me veo corriendo bajo la lluvia, o debajo de la canal de zinc que tenía la casa de guano de mis abuelos.  Cuando digo marabú pienso en mi afán cuando niña de recoger sus florecitas, pero también pienso en sus espinas. Creo que el marabú es parte de la identidad,  esa que ha pasado por diferentes etapas y períodos históricos concretos; procesos de mezclas y sincretización que la hacen desde esa mezcla una razón de ser diferente y singular.  
Yagua: El deslizador de mi niñez desde una loma.
Ajiaco: La mezcla seductora del paladar campesino.
 Potrero: El manto verde, listo para jugar y montar a caballo.
Melcocha: El gusto de embarrarse la boca y la barbilla de la mezcla azucarada.  
Porrón: Allí donde se reposa el agua fresca para calmar la sed del campesino.
Trillo: Donde descubrir los nidos de torcazas o de las gallinas, el espacio para atravesar el potrero y llegar a disfrutar el café o el dulce de leche hecho por la abuela. 

ERDELV. -Finalmente,  ¿qué le dirías a las jóvenes generaciones de cubanas que comienzan el difícil ejercicio de escribir?
R.- Que lean mucho y aprovechen el tiempo, y sobre todo que escriban lo suficiente, que se comprometan con el arte y la grata razón de ser cubanas. 

           
Ernesto R. del Valle. Camagüey, Cuba. Poeta, Escritor, Editor. Profesor de Español y Educ. Artística, Periodista por vocación.  Editor da Revista GUATINí

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