¡Contra la doblegación del contingente gay!
por Raúl Allain (*)
Un porcentaje amplio de
estudios que sustentan afirmaciones políticamente favorables a la causa homosexual
han sido realizados por expertos vinculados de alguna forma afectiva, política,
social o financieramente al lobby homosexual.
Los estudios que afirman
que la homosexualidad es esencialmente innata —y por tanto no puede juzgarse
como un estilo de vida— han sido elaborados por homosexuales, científicos
heterosexuales vinculados al movimiento homosexual o financiados por el mismo.
Podemos sentenciar que la
comunidad científica redefinió sus posturas sobre la homosexualidad más por
presiones políticas que por un estudio científico exhaustivo. La presión de la
comunidad gay y la dimensión histórica de su influencia significó la aprobación
de una condición que pudo operar a partir de la doblegación del individuo
enajenado por medios de comunicación y telecomunicación.
La trascendencia
histórica puede ser hallada en la consideración de trastorno mental de la
homosexualidad hasta los años ‘70, ya que figuraba en la lista de patologías.
De hecho, hasta el ‘92 la OMS mantuvo la homosexualidad en su lista de patologías.
Los paradigmas han
cambiado a través de la historia, por ejemplo varios manuales de Derecho Civil
franceses del siglo XIX mencionan el matrimonio entre dos hombres es un
contrato inexistente. Les parecía tan inconcebible y aberrante que entraba en
la categoría de lo legalmente imposible.
Para un caballero
victoriano (incluso uno liberal y ateo) sugerir la posibilidad de que dos
hombres o mujeres pudiesen contraer un compromiso era como hablar de la venta
de terrenos en la Luna, actualmente esta posibilidad podría cobrar
factibilidad. Oponerse con argumentos al “matrimonio” homosexual, es tan osado
como habría sido defenderlo hace veinte años.
Un liberal, aunque esté
de acuerdo con el proyecto de Carlos Bruce debería saludar los esfuerzos de
quienes se atreven a oponerse con juicios de consideración. En estos momentos
oponerse públicamente a la unión civil (o el matrimonio homosexual) es un acto
de valentía. Y hacerlo sin apoyarse en los previsibles argumentos religiosos es
todavía más osado y arduo.
El matrimonio homosexual
supone una invitación a los solteros y convivientes de cualquier orientación
sexual a cuestionar la validez del matrimonio como institución legal y ni qué
decir de su uso de los medios masivos de comunicación y de la farándula, además
de la influencia de medios de telecomunicación desde finales del siglo XIX.
Esta variable esencial debería ser considerada en el debate sobre el ´matrigay´
que se dilataría en cuanto satisfagan su postura. El pleno del congreso votará
en marzo, curiosamente poco antes de Semana Santa. Los activistas homosexuales
buscan para entonces sensibilizar a la opinión pública mayoritaria a través de
respaldos de figuras públicas y políticas. Si se consiguen a unos cuantos
sacerdotes disidentes como el Padre Garatea, de paso será más fácil meterse al
bolsillo a los escépticos.
Un estudio del fenómeno
se tornaría necesario realizando un trabajo de masificación de esa postura
histórica que aún debiera mantenerse, pues el hecho de que sea a consecuencia
del doblegamiento de un individuo, no se ha erigido como variable en la
historia. Un buen porcentaje de juzgamientos sería mutilado de nuestro
imaginario social. De todos modos se utilizarían novedosos pretextos para el
establecimiento de la aprobación al contingente gay. La gran influencia de los
medios de comunicación y telecomunicación debe considerarse trastornos de
conciencia y en consecuencia sociales.
(*) Presidente
del Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y codirector del sello independiente
Río Negro.

Raúl Allain.
(Lima, 1989) Estudiante de Sociología en la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos. Fundador de Grupo Suicidas y editor de la
trilogía: Suicidas Sub 21 (Editorial electrónica Remolinos, 2009 /
Portal de Humanidades Liceus, 2008), Suicidas Sub 21: versión 2.0 (Feria
virtual. I Feria Internacional del Libro Arequipa, 2009) y Suicidas Sub
21: versión final (Editorial Mondo Kronhela Literatura, 2010 / Revista
Almiar, 2010 / Portal de Humanidades Liceus, 2010). Ha sido incluido en
antologías como Catástasis 2011 (Ediciones OREM, Trujillo, 2011),
Pinceladas poéticas (Sociedad Peruana de Poetas, Lima, 2011), Veinte
poetas: Muestra de poesía contemporánea (I.F-D. Editor. Lima, 2010),
Lima: Visiones desde el dibujo y la poesía (Iván Fernández-Dávila.
Editor. Lima, 2010), Poesía y Narrativa Hispanoamericana Actual (Vision
Libros - Lord Byron Ediciones, Madrid, 2010), Abofeteando a un cadáver
(Bizarro Ediciones - Centro Cultural de España, 2007), entre otras.
Otros de sus textos, ya sean poemas, cuentos, artículos o ensayos,
aparecen en diversos medios literarios nacionales e internacionales,
como El Picudo Blanco (España), Delirium Tremens (Perú), Proyecto
Esquife (Cuba), Herederos del Caos (Estados Unidos), Papeles para el
progreso (España), Monolito (México), Letralia (Venezuela), Palabras
diversas (España), Almiar -Margencero- (España), Literatura en breve
(Perú), Ariadna Rc (España), Incomunidade (Portugal), Literatura virtual
(México), Casa del Poeta Peruano (Perú), Crónica literaria (Argentina),
Ágora (España), Cinosargo (Chile), Isla Negra (Italia), etcétera.
Actualmente, es Presidente del Instituto Peruano de la Juventud (IPJ) y
codirige el sello independiente Río Negro. Ha publicado Poéticas (Raúl
Allaín. Editor. Lima, 2010), Suicidas Sub 21 (Raúl Allain / Iván
Fernández-Dávila. Editores. Lima, 2010), Convergencias: Muestra de
poesía contemporánea (Editorial Río Negro. Lima, 2011), Poiesis
Hispanoamericana: Selección de poesía contemporánea (Editorial Río
Negro, 2012),
Eros & Tánatos: Poesía y arte contemporáneos (Editorial Río Negro,
2012) y el ensayo La cientificidad del consciente (Editorial Emooby,
2011).
Nenhum comentário
Postar um comentário