La tragedia de saber que el
Estado goza de cabal salud mental
Para algunas personas, los
demás (nosotros) somos “algo”, cifras, objetos que pueden y deben
contabilizarse; nos deshumanizan para poder manipularnos como si fuésemos
piezas de un juego al que no fuimos invitados a participar, al menos, no de
esta forma. Cierto, al estado le dimos un poco de nuestra libertad para que nos
protegiera de nosotros mismos, pero eso no significaba el cederles nuestra
individualidad por completo. El Estado ha sido ventajoso a ese respecto, pues
al día de hoy, nuestra condición de individuos libres queda en entredicho,
ahora, el Estado es el que nos ha dejado, solo un poco de libertad y nos hace
creer que ellos son los únicos que pueden otorgarnos esta famosa libertad, y
todo esto no es sino parte del juego en el que lógicamente resultamos
fundamentales para la composición y el desarrollo de ese Estado que a diario
maneja a su antojo a esas figuras sin nombre, sin voz, sin cara, sin recuerdos
–los ciudadanos, algunos les dicen “pueblo”, pero la palabra pueblo es tan
abstracta que ella misma se anula al no tener claro a cuántos y a cuáles
cobija) que somos nosotros y que estamos sobre el tablero acartonado
tridimensional llamado país (cualquiera que este sea, México, por ejemplo) que
han construido encima de la naturaleza, la nuestra.
Los que juegan son
identificables (me limitaré a adjetivar a los actores que conforman el Estado):
seres indolentes, engreídos, acomplejados, miedosos, mitómanos, manipuladores,
vacíos (¿algún día saciarán su sed de poder, esa hambre que no satisfacen hasta
devorarse a sí mismos?); demagogos, farsantes, enmascarados, traidores,
violentos, pendencieros, deshonestos; hay los que se creen seres divinizados,
hay los que se sienten apóstoles. Pero no se preocupen, señores (¿señores?) del
Estado, la ciencia, la psiquiatría, los justifica; es decir, su falta de
empatía –y todo lo que provoca esa carencia- no es ninguna patología, no, ¡es
una forma de ser! ¿No es maravilloso? Son incurables porque no sufren ninguna
enfermedad mental, o sea, la psicopatía no es enfermedad, así que tranquilos
ustedes, y muy nerviosos nosotros, sí, muy nerviosos debemos estar porque ahí
radica el problema: nunca van a cambiar, el Estado nunca dejará de ser lo que
es porque no padece de ningún mal: está sano, ¡más sano que cualquiera de
nosotros! ¿Qué hacer entonces para contrarrestar su forma de ser? ¿Qué hacer
cuando el Estado es como es y no hay más qué hablar? ¿Qué hacer al ver que no
cambiará porque no tiene nada qué cambiar? Es básico si lo reducimos a dos
personas donde chocan ambas personalidades por ser diametralmente opuestas:
ambos no dejarán de ser de la forma en que son, no pueden ni concuerdan en
ningún punto, y su lenguaje corporal a uno le repugna de la misma manera que al
otro, entonces rompen, se alejan, y cada quien se pierde entre los demás; no se
vuelven a ver y se acabó la historia, cada quien se queda con sus demonios,
pero y qué pasa cuando ese otro es el Estado, ¿cómo darnos la vuelta e irnos?
¿Cómo dejarlo? ¿Cómo podríamos separarnos de él? ¿De qué manera podremos
alejarnos de este monstruo tan nocivo? Algunos pensarán que es un mal
necesario, después de todo la mayor función del Estado es la de ser
administrador, pero ni eso está haciendo bien; es decir, ya no es siquiera un
mal necesario, entonces ¿para qué mantenerlo de la forma en que está
establecido?
Habría, entonces, que estar
pensando en una nueva forma de vivir en sociedad y de administrar ésta; habría
que pensar en una nueva forma de gobierno. ¿Se puede pensar en el socialismo
como la forma de gobierno ideal? Pero el propio Marx pensaba en que “el
socialismo no está antes sino después del desarrollo”, y qué lejos estamos del
desarrollo tanto en lo colectivo (nación, país, estado) como en lo individual
(el individuo, el ciudadano): sería imposible, no es viable.
En definitiva: son tiempos
que nos obligan a pensar, teorizar, liberar ideas, desarrollar hipótesis sobre
el tema; la lucha es interna, el desarrollo, las respuestas están dentro de
nosotros mismos, hay que ir a su encuentro.
Dejémosles herramientas, elementos,
bases firmes a las generaciones siguientes para que ellos puedan trabajar sobre
nuestros aportes, porque nosotros ya estamos jodidos, no hay futuro para
nosotros, pero sí para ellos, para los que no han nacido; no seamos egoístas,
no hay que guardarnos nada. Démosles todo a los que apenas serán, y que ellos
desarrollen ese mundo pacífico (no completamente pues para ser totalmente
pacíficos tendríamos que dejar de ser humanos como bien dijo Schopenhauer) que
al día de hoy, a nosotros nos parece utópico e ingenuo, y con justa razón.
Juan Mireles - Escritor
(Estado de México, 1984) y director editor de la revista literaria y de arte
Monolito (México).Ha sido publicado en la revista española Palabras Diversas
(España), Letralia (Venezuela). Cronopio (Colombia), Cuadrivio (México), Punto
en línea (UNAM. México), Justa Revista Digital de Editorial Jus (México),
Radiador Magazine (México). Revista Anomalía (México), Revista Biografía
(Brasil), Cinosargo (Chile), La ira de Morfeo (Chile-Argentina); Agrupación
Puerta Abierta Chile-México. Letras de parnaso (España), Nagari (EUA), Los
sábados, las prostitutas madrugan mucho para estar dispuestas (España). Almiar
(España). Suicidas sub 21 (Perú); suplemento cultural La Jirafa del Diario
Regional de Zapotlán, Jalisco. La pluma afilada (España). Revista Inopia
(Puerto Rico). Textos suyos han sido integrados en la antología Memoria 2012
del club de escritores Palabra sobre palabra publicado por Editorial Círculo
Rojo (España). Prologó el libro premiado Job aterido del escritor español
Javier Sachez. Editorial Seleer. España. 2012. Participó con el ensayo “La violencia
como producto de la sociedad” en el Segundo Encuentro de Escritores por Ciudad
Juárez, simultáneo Colima. Formó parte del jurado del I Premio palabra sobre
palabra de poesía. Mantuvo por un año (2012) el espacio Cuentos que me cuento
en la web española (ya desaparecida) La pluma afilada (España). Actualmente
mantiene una columna semanal en Revista Biografía (Brasil).Blog personal: http://wwwjuanmireles.blogspot.mx/
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