LIBERANDONOS DEL PASADO
El único que tiene el poder de perdonar la
falta de armonía, la discordia es uno mismo. Es el propio ser humano quien ha
fomentado la falta de armonía, y es él quien puede borrar o perdonar la falta
de compresión y equilibrio. Se puede contar con todo el conocimiento
intelectual y estar muy versado en los asuntos del mundo externo, no obstante
desconocer que uno mismo es la esencia viviente y vivificante que gobierna la
propia vida.
Las incongruencias hacen que el humano crea
en poderes superiores que remedien sus males, sus enfermedades, sin saber que
estos males son producto de sus acciones acumuladas dentro de su yo, es el
resultado de su verdadero ser. Solo a través de descubrir el valor del perdón lo
liberará. Para ello hay que centrar la atención en el amor, no sólo en la vida,
sino en el mundo que le rodea. Esta verdad es la luz inherente que vive en
todos es la luz que sacará de la oscuridad siempre que se aplique con
entendimiento, convirtiéndose en un vencedor que puede hacer frente a toda
falta de armonía con la verdad, buscando siempre la paz y armonía entre los
seres humanos, para así transformar la convivencia humana.
A fin de apreciar en su totalidad la
afirmación anterior. Hay que descubrir que cada uno de nosotros somos vida,
amor, fuerza y dominio, y todos estos atributos pertenecen a nuestra justa
herencia que cuenta con miles de años de aprendizaje y conocimiento en
innumerables renacimientos que van despertando y evolucionando en el camino de
la iluminación total. Ser heredero significa ser un participante en todas las
acciones, contar con las mismas posibilidades de alcanzar este poder, la misma
fuerza, el mismo grado de comprensión. Tomemos como ejemplo el mundo que nos
rodea. En el momento en que el humano se familiariza con la verdad del mundo
físico que le rodea, se libera de sus conceptos que desconoce sobre él. Cuando
se tuvo la certeza que el mundo era redondo y que giraba alrededor del sol el
hombre se liberó de la anticuada idea de una tierra plana y de un sol que salía
y se ocultaba. En el momento en que el ser humano se libere de las creencias de
que es un mero ser viviente sometido a las leyes humanas de la vida y la muerte
y a todas las limitaciones humanas y que puede convertirse en un dios si así lo
desea. En ese momento en que comprenda que es dios, será libre de todo
limitación y poseerá la fuerza de la divinidad. El ser humano sabe que a través
de esa divinidad entra en contacto directo con el universo, allí está empezando
a ver y a saber que esa divinidad no es algo que provenga del exterior. Se dará
cuenta de que se trata de su verdadera vida.
Sabemos que los ideales que vemos en las
vidas de los demás se enraízan en nuestras vidas y que, de acuerdo con los
principios de la sabiduría del universo también lo manifestamos. Si creemos en
el poder del pecado y consideramos el efecto del pecado como una realidad, el
castigo nos parece ineludible. Pero, si al ofrecer a los demás y a nosotros
mismos pensamientos auténticos y positivos, estaremos preparando la cosecha de
un gran festín espiritual que, con toda seguridad tendrá lugar tras la siembra.
Por ello, el perdón tiene un doble cometido. Libera tanto al que estaba
dirigido como al que ha perdonado, pues tras el perdón existe un amor profundo
y luminoso, un amor basado en la verdad, un amor desinteresado que sólo desea
dar por la alegría de dar, un amor que escucha la aprobación de olvidar y
borrar. Y así las discordias, las enfermedades, sufrimientos y angustias
pertenecerán al pasado, y esas falsas creencias que estaban aferrados a nuestro
cuerpo como resultado del pensamiento erróneo son arrancadas y con ella las
causas y los efectos. Se olvida la causa y el efecto desaparece.
Este es el único método de sanación que
nosotros nos podemos brindar. Para ello hay que elevar las vibraciones del
cuerpo que está conectado a nuestros propios pensamientos, y éstos con el
pensamiento del universo y manteniéndonos en armonía con los de la perfección
de la mente universal en el ser humano, estas vibraciones se ecualizarán hasta
conseguir que los estados de imperfección estén totalmente borrados; a
continuación la perfección es instantánea y la absolución completa y así
cosecharás lo que este momento estás sembrando.
Este plan perfecto de modificar nuestros
pensamientos manteniendo nuestras vibraciones en nuestro cuerpo armoniosamente
coordinados con las leyes que rigen al universo, esa semilla que hemos sembrado
se halla acomodada en un corazón receptivo y así nos aproximamos de manera más
integraa nuestra herencia cósmica porque mantenemos nuestros pensamientos
totalmente concentrados en nuestra perfección divina. Y notaremos como nuestro
cuerpo mantiene igualmente un contacto armónico directo con las vibraciones del
universo, a fin de manifestar la abundante cosecha de una comprensión
espiritual y descubriremos que disponemos del poder de esclavizarnos o
liberarnos a nosotros mismos, así como de absolver nuestros pensamientos,
palabras y actos negativos, y a través de las vibraciones enviadas a todo el
mundo. Una vez que hemos elegido dar forma a nuestros pensamientos siguiendo
líneas definidas, no tardaremos en descubrir que estamos apoyados por la propia
omnipotencia y nos damos cuenta que tenemos un glorioso privilegio del poder de
liberarnos a nosotros mismos y a nuestros semejantes de la esclavitud a través
del proceso del pensamiento que elimina la causa mental de nuestros males.
El perdón verdadero purifica y empieza en
el corazón del individuo. Al principio requiere una reforma del pensamiento y
por lo tanto una resurrección a una mente pura que nos ayuda a mantenernos
firmes para abrir un camino en nosotros, situándonos en esas corrientes de
pensamiento armonioso y constructivo. Seremos conscientes de que siempre
hallaremos en ese eterno fluir de los amantes del pensamiento que el universo
todos los días derrama sobre nosotros.
Si seguimos caminando por este sendero no
tardaremos en darnos cuenta que en este siglo XXI nos acercamos a un período en
el que viviremos en un mundo de pensadores. Comprendamos que el pensamiento es
la agencia más potente del universo. No tardaremos en reconocer que el
pensamiento es el medidor entre la mente universal y nuestro reino interior, y
así estaremos unidos a las ideas que manejan y expanden el universo en armonía
y descubriremos que ese amor está siempre dispuesto a ofrecernos un bálsamo
sanador de puro amor a quienes lo buscan. Transformando a los seres que sufren
en seres radiantes construyendo con nuestras propias manos e ideas el único reino
auténtico de la perfección, reconociendo que el espíritu o la no materia es la
única fuerza que mueve al universo.
Víctor Manuel Guzmán Villena. Escritor, Ensaísta e poeta Equatoriano Licenciado em Ciências da Comunicação e Doutor em Ciências Políticas. Aparte suas profissões, sua faceta mais importante é escrever com paixão poesias e ensaios. Possui o Blog: La Puerta Mágica
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