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Esteban Espinoza [Poeta Chileno]

Esteban Andrés Espinoza nació en Chile. Sale al exilio en 1981 y reside en Aotearoa, Nueva Zelanda desde entonces. Ha publicado Elegy to Hope (Hallard Press 1989),Tocata al Publico & Other Poems (Letras Latinas Publishing House, 2015)y ha sido incluido en diversas antologías en Australia y Nueva Zelanda. Es asistente social y dirige una fundación de ayuda para refugiados y emigrantes latinoamericanos.



Acerca del libro Tocata al Público de Esteban Espinoza     

INTRODUCCIÓN
Por Fiona Taler

La Editorial Letras Latinas publica esta colección de poemas de Esteban Espinoza como su publicación inaugural, y es un tributo digno de él porque fue precisamente el esfuerzo consistente e incansable de Esteban por ayudar a los inmigrantes latinos durante los últimos treinta años que hizo posible la existencia de Letras Latinas.

Desde su llegada a Nueva Zelanda como refugiado de la dictadura de Pinochet en Chile, Esteban no ha parado en su lucha por los derechos humanos en este país. Desde el principio ha trabajado en varias organizaciones dedicadas a ayudar a los inmigrantes y refugiados a establecerse y prosperar en Nueva Zelanda. Son demasiadas para mencionarlas todas aquí, pero cabe decir que es bien conocido y respetado en este sector como una persona que siempre se pone del lado de las personas vulnerables. Y hasta ahora, no da señales de parar.

Acompañando su trabajo solidario, y frecuentemente reflejando los cambios en su vida, siempre se encuentra su obra poética. Esta colección presenta un panorama cronológico del trabajo de Esteban desde su llegada como refugiado, obligado a abandonar su patria, hasta encontrarse con un poeta maduro que observa el desarrollo de este nuevo siglo y critica las locuras y las faltas de la sociedad actual.

En “Autorretrato” se encuentra el deseo del viajero de volver a su hogar y en “Tocata al público” vemos los hechos del golpe de estado. Varios de los poemas examinan la consciencia del poeta y consideran si se hubiera podido hacer las cosas de otra manera, mostrando al mismo tiempo que todos participamos en los acontecimientos históricos. A medida que el mundo va cambiando, encontramos una crítica de los horrores que nos rodean y la frivolidad de la comercialización y de la búsqueda de la tecnología.

La existencia entre dos países y dos culturas es desconcertante pero se mejora cuando el poeta acepta su nueva patria y empieza a incorporar referencias a Nueva Zelanda y la cultura maorí, lo que sin duda nos lleva a “Fin de exilio”, en que finalmente vuelve a su patria.

Esta colección de poemas refleja y captura la historia de una vida, pero, al compartir el viaje con el lector, se convierte en una experiencia universal.


*Leonel Alvarado (Honduras) 
reside en Nueva Zelanda, después de 
haber vivido en Estados Unidos. 
Es profesor de literatura y cultura
latinoamericanas en la Universidad de 
Massey. Ha publicado varios libros 
premiados de poesía,  narrativa y crítica. 
En el 2013 su libro Retratos mal
hablados obtuvo Mención Especial en el 
certamen latinoamericano de poesía 
Casa de las Américas y, en el 2014, 
su libro Xibalbá, Texas recibió el Premio 
Centro- americano de Poesía Rogelio 
Sinán en Panamá.
PRÓLOGO
*Por Leonel Alvarado 

No conozco a Esteban Espinoza, como asumo que tampoco lo conocerá la mayoría de sus lectores. Sin embargo, el hecho de conocer o desconocer al autor —y no me refiero a la persona, sino a su biografía— no tiene por qué influir en la percepción de la obra; ésta debe sostenerse sola, por su valor estético. Si bien, y es de lo poco que sé de Espinoza, el hecho de haber llegado de Chile a Nueva Zelanda en 1981 como refugiado político le confiere a su poesía un aura política y personal que podría influir en nuestra apreciación de la misma, lo que, en realidad, cuenta es la poesía en sí. Se debe privilegiar la obra, no al autor, a menos, claro, que se trate de literatura testimonial.

Sin embargo, la poesía de Espinoza no se inscribe dentro del género testimonial porque en ella la intención estética se superpone a la denuncia o al deseo de narrar hechos y eventos vividos por el autor y contados de primera mano.

Lo que se quiere, ante todo, es hacer poesía, en la que se filtrarán las vidas bien o mal vividas por el autor en su exilio. Haber dejado Chile y vivir ahora en Nueva Zelanda conlleva el traslado de una memoria histórica y personal a través del Pacífico, pero la mayor parte de los poemas de este libro pudo haberse escrito en otras geografías vivenciales. Hay, claro, poemas ligados a la experiencia transfroteriza del autor, pero lo que prevalence en el libro no es la circunstancia del exilio, sino la experiencia humana, esencialmente universal, transformada en manifestación estética.

Espinoza nos da, a veces, sus señas de identidad, sus queridos apegos chilenses, sobre todo sus nerudismos, sus mapuchismos, su mar de otro sur. Nos da cuenta de la geografía que lo hizo y de la que se le obligó a salir. Pero, claro, él sigue siendo esa geografía, con uno que otro kiwismo; sigue volviendo a Neruda porque “[t]arde o temprano/todos volvemos a Neruda” (Poética copia digna del original). La presencia de Neruda es constante en este libro, hasta el punto de sumarse al cansancio poético de Residencia en la tierra: “Sucede que me canso de ser hombre”, dice Neruda; “[e] stoy cansado de la poesía”, admite Espinoza. Pero este otro cansancio es producto de ese, también cansino, reclamo del para qué sirve la poesía. Theodore Adorno lo decía en su desolación: para qué hacer poesía después de Auschwitz; la respuesta está en la pregunta: precisamente, después de Auschwitz es cuando más se necesita la poesía. Esto quizá pueda servirle de consigna al poeta separado brutalmente de su patria.

Neruda es necesario y también peligroso para todo poeta que quiera sentarse a su sombra; lección tantas veces aprendida en la poesía latinoamericana. Digamos que nadie puede acercarse al Iguazú sin salpicarse. Espinoza corre ese riesgo en este libro, hasta llegar al punto de recurrir al tan trajinado “Me gustas cuando callas”; así como el “mucho tiempo después” le pertenecerá para siempre a García Márquez, el “me gustas” quedó patentado por Neruda; quizá sólo Manu Chao salió bien librado. Aunque, claro, lo de Espinoza no es imitación ni parodia, sino un apego estético que tiene que ver con una fraternidad solidaria, mucho más acentuada en el exilio.

Para encontrar el rumbo, Espinoza se guía por “[l]a rosa de los vientos [que] es de corazón mapuche” (Promesa (o teoría de las estrellas)). Rumbo para irse o para volver o, al menos, para saber que ese lugar perdido sigue en aquel allá, como en el huerto intacto al que siempre volvía Vallejo. Sentirse nerudiano, mapuche o marino del sur chileno es querer fundir el aquí y el allá escindidos en el exiliado.

Es tanta la necesidad que Espinoza no puede resistir la tentación de recurrir a la tan latinoamericana tonada: no ser ni de aquí ni de allá. Menciono esto de la tentación porque, precisamente, el autor parece ser incapaz de resistir ciertas tentaciones, ya sea eróticas o poéticas; me parece que el libro ganaría con una cierta dosis de abstinencia erótico-poética.

Lo ultimo tiene que ver con el tono expresivo favorecido por Espinoza: la poesía desde un yo que, aunque declara no tomarse en serio, no deja de estar consciente de la seriedad de lo que hace. En otras palabras, se hace poesía aunque se declare que “[la] poesía es inútil” (Cansa la poesía). Cabe preguntar, ¿por qué se escribe, entonces? La respuesta está en la negación, como en el decir de Adorno: porque la poesía es parte de la vida y, para algunos poetas, es la vida, con lo que esto quiera decir. Amparado en sus negaciones, que son constantes en este libro, el autor va en busca del reverso: la afirmación de la vida, a través del acto de negar la poesía y hasta de negarse a sí mismo. Lo de no tomarse en serio crea una distancia saludable, que mucha falta hace en poesía, siempre y cuando se reconozcan los límites de la autonegación; me parece que el autor está íntimamente metido en este debate consigo mismo.

Voy terminando para que el prólogo no le demore el paso a la poesía. Cuatro me parece que son los temas por los que se define este libro: la búsqueda del lugar, producto del exilio vivenciado por el autor; la metapoética, basada, sobre todo, en el cuestionamiento del papel de la poesía, tanto en un plano sociohistórico, como en la experiencia personal del autor; el erotismo, como otra forma de búsqueda y de afirmación de la vida a través del placer; y la denuncia sociopolítica, que va más allá de la biografía del autor, pues se convierte en un reclamo histórico.

Como la vida misma, todo es búsqueda en este libro; que su autor haya llegado a otra patria no implica que la búsqueda haya cesado; por eso, digamos, sigue escribiendo poesía.

Ahora, Letras Latinas le abre las puertas para que esa búsqueda escritural sea compartida.


ALGUNOS DE LOS POEMAS DEL LIBRO 
"TOCATA AL PÚBLICO"


TOCATA AL PÚBLICO

Dime,
Cuando llegó la oscuridad
¿Dónde estaba Ud., o usted?
¿O usted?

¿Quieren ser mis testigos?
¿Los ojos ocultos en la pared?
¿Quieren formar parte del secreto?

Dime
¿Dónde estabas el día de los incendios?
¿El día del holocausto?
¿El día del castigo?
¿El día de la sentencia?
¿El día de la tortura?

¿Dónde estabas
Cuando llamaron a la puerta
Cuando violaron a la luna?
¿Cuando rompieron
Y dispararon
Y quemaron
Y desolaron?

Dime, ¿cuál fue tu papel?
¿Cómo ayudaste?
¿Cómo te sentiste?
¿Sonreíste frente a los incendios?
¿Te relajaste tan cerca del precipicio?
¿Le diste rienda suelta a un sentimiento cuidadoso?
¿O callaste pensando en lo afortunado que eras?


DECLARACION DE PRINCIPIOS

Cada uno a su fuente
Cada inca a su baño de aguas 
Porque el horizonte
Es el paño de todos nuestros sueños

VOLVEREMOS
Dijeron los ultravioleta
Los platillos voladores dijeron
SOMOS INVISIBLES

Los anarquistas
Ah, ya salieron los anarquistas

A cada uno su propia medicina 
A cada uno su medida
Rojo y verde negro puro
Rojo y la sangre después del sacrificio

El altar lo llevamos por dentro
La procesión es todo esto
Somos testigos de los acontecimientos
A cada uno su verdad sin remordimiento

VOLVEREMOS
Dijeron los ultravioleta
Los platillos voladores dijeron
SOMOS INVISIBLES.


MECANISMO

Este poema tiene un simple mecanismo 
Tenga cuidado con el reloj que marca la hora 
Los cables deben estar separados

Cuando desactive este poema 
Debe asegurar la pieza metálica 
Que está conectada al disparador

Cúbrase la cara con alguna protección 
Mire que si explota muere.



AUTORETRATO

No diré cuando nací ni tampoco donde
Eso se lo dejo al querido lector/a
Dios o el diablo, negro y rojo
Elija Ud. su propio destino

Sólo ayudo a los perdidos para siempre
Porque los que están es que nunca se han ido
El que se va sin que lo echen
No siempre vuelve cuando lo llaman

Cuando diga esperanza
Léase desolación, angustia, con misericordia
No se me confunda con otros poetas
Soy originario de sur a norte, de mar a mar
Viajero que nunca vuelve deja detrás espuma seca

Este no es acabo de mundo
Sólo es el fin de la vida en la tierra
Viajero que salió de viaje
Ríe mejor.



EL MAR ES MI CONCIENCIA

¿Para qué ir más lejos que lo que debo ir?
Ayer descubrí mirando las olas
Mi conciencia es de mar y es tranquila
Como el mar se mueve a través de los tiempos

Cada vez que pienso descubro
Preferiría ser un ser arcaico, de piedra y fuego 
O ser extrañamente el ocaso de una estrella 
La aureola del cielo y del viento

Ayer descubrí un secreto
Lo guardaba bien mi alma en una roca
Un desierto no sé si era el Atacama
Cayó arrugándose como una hoja amarilla

Mi conciencia es de mar y la conozco
Verde inmutable y esmeralda
Eterna soledad es la que me rodea
En mala hora descubrí ese reflejo eterno

Mi conciencia es de mar y la conozco
Nadie podría cambiarlo ni esconderlo
Es una verdad del porte de un cáliz
Ni crecerá pasto ni caerán montañas

Mi conciencia es de mar la tuya no sé 
Realmente no sé cuál es tu sendero 
Sólo sé que al mío lo rodean las aguas 
De la primera constelación del universo

Cualquiera puede hablar y contradecirme 
El mismo mar explicará su condena
Desde el fondo del tiempo y del cielo lo conozco 
El mar habla por mí y es mi conciencia

Cualquiera puede hablar conmigo y conocerme 
Piensa en el mar y todo basta
Mi conciencia es de mar y la conozco
Y como el mar se mueve a través de los tiempos.


CANSA LA POESIA

Frente a la mentira organizada 
Poesía desorganizada

Amigos Amigas
Estoy cansado de la poesía 
Cada verso nada cambia 
Ni siquiera una bala
Es desviada
Las bombas caen y el ruido de las explosiones 
No deja leer estos versos

Las metáforas se caen 
Se destrozan
Son marchitadas

La poesía es inútil
Por eso levanto estas manos 
Abandono la tecla y el lápiz Y marcho

A las avenidas en llamas
A los edificios derrumbados
A buscar niños muertos
Para darles sepulturas entre los escombros.

NOTA: Todos os direitos autorais são reservados ao autor.

"Ese blog no posee fronteras de razas, credos, Lenguas, género o posición social. Es dedicado la publicación de poetas, escritores, pintores, escultores, artistas en general, profesionales o amadores, esparcidos por el mundo todo, aún distante, aún hablando idiomas diferentes pero entendiéndose a través del lenguaje universal de la poesía que cada uno carga. "
E-mail: biografiaemrevista@gmail.com

 






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