Sobre la hermandad de la
soledad y el silencio
Creo en la necesidad de
cultivar el silencio individual. Muchas
veces hace falta callar y oír. El silencio también tiene voz; sin
embargo, hay algo de delicadeza en el tono —y de decibeles— en ella que permite
escuchar el exterior. Nuestro silencio es también nuestra palabra, pero esta
palabra escucha y se alimenta, se alimenta y aprende, aprende y se desarrolla,
después calla, duerme y reflexiona en ese reposo lo adquirido, para algún día
salir al mundo y expresarse. El silencio es incubadora, útero, madre de ideas:
engendra todos los tiempos y lo que existe en estos; para nosotros, es difícil
entender la valía de su función, debido a la rebeldía y al inmadurez propios
del ser humano –somos tan jóvenes, aun los más viejos comparados con la
eternidad de la naturaleza.
El silencio necesita de
otra cosa para cumplir su función —crear la dualidad de lo que está hecho el
todo—, la soledad, por ello éstas se hermanan (en la abstracción individual se
genera el desprenderse del mundo, te aíslas, te quedas en soledad, allí, el
silencio, la voz que habla cuando calla) entendidas como necesarias para el
cultivo de la sabiduría se presentan ante el individuo con cierto dejo de
arrogancia, dureza; hacen creer que no se doblegarán nunca: cierto, no se
rinden jamás; sin embargo, están abiertas a ser entendidas, dejan que el
individuo se acerque, las palpe, sienta que esta dualidad —aparentemente
gélida— es necesaria para encontrar respuestas a lo que sucede fuera de sí
mismo.
La soledad y el silencio
son invasivas, celosas, aíslan, te alejan de la sociedad por el tiempo que sea
necesario para ser entendidas, y en ello, entendernos. De inicio se desata una
lucha interior, la dualidad es capaz de sacar lo peor de ti, descubre tus
emociones más puras, recuerdos enterrados, sentimientos que jamás pensaste que
pudieses sentir y expresar; te pone ante un espejo y en ese reflejo estás tú en
esencia, ves tus colores, y si son más tonos negros que claros, sabes que la
batalla será larga, entiendes que es posible morir en el intento: caer en el
suicidio. La dualidad te expresa entero, te dice quién eres, qué fuiste, qué
serás capaz de hacer y que no; cuáles son tus límites, cuáles son tus alcances:
hasta dónde puedes llegar siendo lo que eres. Entonces, ¿valdrá la pena
enfrentarnos? ¿Lo creemos necesario? ¿Queremos dejar de ser lo que somos para
ser algo mejor? ¿Anhelamos respuestas a preguntas que brotan de lo que ocurre
en el mundo? La soledad y el silencio
dirían que sí valdrá la pena correr el riesgo de hospedarnos en ellas, pero hay
que tener en cuenta que si se quiere dejarse a este par, éstos no tienen la
virtud de la compasión, estarán en primera fila para ver cómo te destruyes o
cómo renaces, las herramientas para renacer o destruirte están contenidas en la
dualidad misma.
Por ello, hay una
necesidad de que el escritor se conozca a profundidad, y no lo hará desde el
café con los amigos, o en los bares o en las reuniones con otros literatos, lo
logrará desde la dualidad: soledad y silencio, como lo han hecho tantos grandes
autores, algunos, durante ese tiempo, que pueden ser años, escribieron obras
importantes, poemas maravillosos; otros, cayeron en el intento, se volvieron
más locos en el intento, se mataron en el intento. Sin embargo, vale la pena
intentar conocerse y luchar en contra de uno mismo con la esperanza de renacer,
porque siendo así lo agradecerá tanto su poesía o narrativa como el lector, y
la sociedad misma, porque el mal nace y se expande a partir de nosotros mismos.
Juan Mireles - Escritor
(Estado de México, 1984) y director editor de la revista literaria y de arte
Monolito (México).Ha sido publicado en la revista española Palabras Diversas
(España), Letralia (Venezuela). Cronopio (Colombia), Cuadrivio (México), Punto
en línea (UNAM. México), Justa Revista Digital de Editorial Jus (México),
Radiador Magazine (México). Revista Anomalía (México), Revista Biografía
(Brasil), Cinosargo (Chile), La ira de Morfeo (Chile-Argentina); Agrupación
Puerta Abierta Chile-México. Letras de parnaso (España), Nagari (EUA), Los
sábados, las prostitutas madrugan mucho para estar dispuestas (España). Almiar
(España). Suicidas sub 21 (Perú); suplemento cultural La Jirafa del Diario
Regional de Zapotlán, Jalisco. La pluma afilada (España). Revista Inopia
(Puerto Rico). Textos suyos han sido integrados en la antología Memoria 2012
del club de escritores Palabra sobre palabra publicado por Editorial Círculo
Rojo (España). Prologó el libro premiado Job aterido del escritor español
Javier Sachez. Editorial Seleer. España. 2012. Participó con el ensayo “La violencia
como producto de la sociedad” en el Segundo Encuentro de Escritores por Ciudad
Juárez, simultáneo Colima. Formó parte del jurado del I Premio palabra sobre
palabra de poesía. Mantuvo por un año (2012) el espacio Cuentos que me cuento
en la web española (ya desaparecida) La pluma afilada (España). Actualmente
mantiene una columna semanal en Revista Biografía (Brasil).Blog personal: http://wwwjuanmireles.blogspot.mx/
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